lunes, 24 de abril de 2017

Qué si...

Encantador niño te habita
Como de cuento ensoñado,
Escondida la llama
Clama tu piel.
¿qué si hubiera podido medirla?
Si entre mis manos cupiese
Tanta magia no sería.


Un río,
Tibio río,
De fulgor incandecente
Destella un lucero en silencio
Presente sin fin, redondo.


¿Qué si planease? Quizá
Ni me hubiera sucedido.
La fortuna de no esperar
Tiene tu nombre, tu instante.


En tu piel se me confunden tantas cosas
no debiera merecerla, pero llega
como una lluvia tranquila que anuncia el invierno.


¿Qué más da si es el último día?
Tu calor
es nostalgia de placer.

domingo, 18 de diciembre de 2016

??????


Tener ganas de morir no es igual a querer vivir otra vida.
Escapar no es migrar,
ocultar no es mentir.

Llevo puesto el antifaz porque así lo prefiero
cuando pase la tormenta sé que veré horizontes.

Mientras tanto, la brisa que tanto esperé
está adornada de truenos.
Despierto un domingo cualquiera
y vivo un día nuevo, irremediablemente.

No sé en qué tener fe.

La norma de la libertad tampoco la creo.
Por un instante puedo salir (de qué? de dónde?),
sí,
por UN INSTANTE.
 
La pregunta es mi estado permanente.
Mi sombra, la soledad.

Diciembre.

domingo, 2 de octubre de 2016

Ir y Venir


Mientras mi cabeza no para de preguntarse cual es la pieza que falta para que todo cuadre es como si desde mis articulaciones saliesen hilos de sangre, agudos y tensos, disparados hacia distintas direcciones.
Ir y venir de las cosas, lugares y sensaciones. Gotear a veces, otras resbalar sobre las piedras que adornan el cristalino arroyo de donde suele nacer un torbellino. Gotear a veces, como sudor, lágrimas o escupitajos.

Llevo puesto el impermeable y cuando llueve alrededor y se sacude el horrible tráfico de gente y humores, por dentro tengo un diluvio de silencios o espacios en blanco. No es nada triste, que quede claro. Es más bien incómodo y precisamente indescriptible. Una extraña tranquilidad parecida a la certeza de la muerte reposa en los espacios que hay entre los minutos y segundos. Me río de la estupidez que pretende contar el tiempo. Puede vivirse tanto en poco "tiempo", lo viví.

El jardín de la duda florece completo con la primavera. Escribir cansa cuando hay una electricidad corriendo entre la punta de los dedos, la ahorta, la oreja, el pezón, el glande y los dedos de los pies.

Una linea es ir y venir. Prefiero girar.

2/10/16

jueves, 25 de agosto de 2016

Aburridisimo



Taciturno, su mirada se mezcla con la noche, como un agujero de inmensidad entre altos edificios y cemento alrededor. Repite lo mismo una y otra vez como olvidando lo que dijo. Sí, tomó un poco más que yo, pero de mi boca el olor a porro sale como si fuera menta. ¿Se pretenderá algún equilibrio entonces? Bah... palabras. La magia es otra cosa y dura poco como una picadura intensa y fugaz.

Siempre pequeño, pero máximo, a lo bonaparte estoy acá con el tabaco encendido y arrebatos de retórica y deseo como descorchando un champange que explota espuma al viento. De a momentos preferiría estar solo, pero me seduce su compañía. Sonríe mirandome a los ojos, como disfrutando de la hipnosis que produce, como le observo los dedos. Un chico teorema más en la semana.

Y los labios. Las manos. Todo parece perfecto en él para satisfacer la noche laboral luego de que "no haya estado pasando nada en mucho tiempo". Hace días llegó y siempre está callado mirando los rincones, como muy educado o distante. Yo lo miré al entrar y hasta hoy, cuando me mira a los ojos, no me había percatado de que en serio es muy atractivo. MUY.

HETERO el tipo. Supuestamente. Le gusta la tipa más ninfómana del hostel que obviamente no le da bola porque tiene re pinta de puto. Yo olí un edipo raro disfrazado de heterosexualidad, si al final vino a acudir a mi, que desde el primer momento le aclaré que me parecía atractivo y que no se acerque tanto porque no iba responder de mis actos (re cagón igual jamás me animé a tirarme encima de él).

Conversamos y fumamos tabaco jugando a que él quiere fumar dentro del hostel y yo no le permito. Es un nene y yo el nerd que no quiere romper las reglas. Pero estoy en mi trabajo pues, no quiero anarcofiesta de irresponsabilidad, al menos no por un supuesto hetero que muere de histérico. Le hago ver un videito que hice para Instagram y al rato saca el celular para mostrarme una foto de su sobrina. Toque sus tobillos, sus piernas, si fuera por mi le lamería el ojo. Hasta el ojo.

Se fue a dormir después de la charla. Me comporté raro también, como loquito pero porque no sé como reaccionar y ahora desde mi escritorio mirando la pantalla de la cámara central busco a ver si no sale de su cuarto y se va a echarse un meo o algo para JUSTO pasar por ahí y a ver si al menos medio dormido le hago aduana.

Lo peor, como broche de oro, viene bajando con unas medias blancas que dibujan unos dedos rendondos, pies divinos y todo más relajado con una maderita de palo santo en la mano. La enciende y yo me acerco a él. Teatralmente. O sea como en un ejercicio de escuela de te-a-tro y me apoyo contra su hombro con la cabeza, le tomo la cintura con los brazos y le rodeo un rato. Con el deseo debajo de la piel como una bomba. El está tan borracho que tambalea, pero se queda ENTIENDEN se queda. Le huelo.

Se rocía después de eso el palo santo espantando MIS malos espíritus y se va a dormir. Voy hasta frente a su cuarto como esperando que salga a besarme y no sale.Y vengo a escribir esto a la computadora de la recepción. Eso nomás.

jueves, 18 de agosto de 2016

Yemas


Ilustración: Flor Martino



¡Cómo clavan tus espinas!
Desvanezco,
gotea mi sangre en la alfombra.


¡Cómo embriaga tu recuerdo!
Acaricio
con las yemas de los dedos
tu sombra.


Oct, 2009

Micro-relato Epifánico




Vi como un mundo se despertó frente a mí, sólo frente a mí porque estaba aislado y además completamente perdido en los mismos lugares de siempre. Entonces, la certeza de que los ciclos acaban me pesó como una plomada caída del cielo sobre mi cabeza y abriendo las manos, decidí soltar, soltar todo y cuanto creía poseer porque en verdad lo único que traigo conmigo es este cuerpo que soy, que me contiene y sostiene, y nada más.


18/8

domingo, 14 de agosto de 2016

Poema X - Agonía


De mi boca te di luz y ambrosía
te di quizás, sin ver, mis primaveras
yo sé amor que tú nos las pedías
pero no te las dí porque quisieras.

Te di mi boca porque era el ungüento
del que, en padecimiento, carecías
y no pensé entonces ni un momento
si era mi amor lo que en verdad querías.

Por eso di un amor de amaneceres
de brisas que acarician, de placeres,
y dí, ya sin medir, sin que pidieras.

Y si es que hoy en mis ojos se inundan
las lágrimas, mi amor, por tu partida
no pienses ni un instante que es tu culpa,
fui yo quién decidió darte su vida.

Tan sólo te pido que cuando observes
aquellas cicatrices hoy sanadas
recuerdes qué te dí, y me preserves
aun entre tus cosas olvidadas.

Porque a pesar de que vivo vacío
y tu padecimiento hoy es el mio,
yo sé que esto no es lo tú que querías.

Lo que restó de aquellas privameras
son flores secas todas prisioneras
en la tierra muerta de mi agonía.

Mayo, 2012